INFORME ESPECIAL
Vinculos y proyecciones mentales sonoras y visuales
Por Javier Ricardo Otero Cadena
881011-52388 Prensa II
¿Es la música el motor de la imaginación?
Muchas veces podemos generar pensamientos, imágenes, y hasta mundos solo con el sonido de ciertas melodías. Pero en realidad que es lo que genera en nuestra psikys; reaccionamos a estímulos producidos por la acción de químicos segregados por nuestro cerebro en determinadas situaciones y contextos; es esto una simple suposición, pero saber que es lo que en realidad genera esos mundos en nuestra mente es lo que me inquieta.
Con mucha frecuencia escucho música; y podría decir que todo el día llevo en mi cabeza los sonidos retumbantes de las canciones que más se logran adentrar en mí. Lo interesante es que por moentos logro desprenderme de la realidad en la que vivo, son segundo en los que puedo separar mi conciencia y logro llevarla a un nivel más allá de lo visible por los ojos ordinarios. Es una facultad increíble, el poder observar infinidad de combinaciones, que utilizan en mí los sonidos como llaves para esos candados que atan a los seres ordinarios a esta “simple realidad”.
En realidad los sonidos nos presuponen una ida de lo que debemos pensar, sentir e incluso imaginar. El cine y las artes audiovisuales han tomado este elemento para jugar con la mente de las personas que no son capaces de controlar sus emociones, dejándose llevar por el camino en el cual están siendo empujados. La música siempre nos sugiere algo, desde una simple exclamación hasta el más profundo de los sentimientos; pero esto ha sido simplemente una consecución de lo que se ha pensado para ofrecerla cierto publico. Alejando la imaginación de esta parte, cada género, cada mezcla de sonidos está prediseñada para llegar a cierto público el cual espera con ansias los nuevos elementos para seguir en el camino de la mercancía.
Lograr una independencia de las imágenes con respecto a los sonidos que las producen plantea una paradoja, empezando porque no sabemos con certeza si los sonidos son los que estimulan la creación de imágenes y situaciones. Pero la música nos dice que es lo que debemos crear? O simplemente sirve como un estimulo para nuestras acciones, mucos “artistas” necesitan de la música para lograr un estado de inspiración, generado por las emociones producidas a causa de el tema de determinados sonidos, ya sean de carácter depresivo, melancólico, alegre o de cualquier otra categoría.
Perderse en el infinito mundo de la imaginación es una posibilidad supremamente bella, desde aquel que solo evoca recuerdos, hasta aquel que puede crear un guión de 2 mil paginas; pero esto está sujeto a unas condiciones, la música o los sonidos que se albergan en nuestra psykis son hermosos porque a simple vista agradan y generan algo, pero se puede perder el gusto o la fascinación por estas melodías en el momento que se estudien; al saber de donde proviene cada nota, donde está la melodía o donde agarramos el ritmo, son este tipo de elementos los que pueden enriquecer o destruir por completo la fascinación a cierta obra musical. Es entonces decisión de cada ser si somete a un estudio aquello que escucha o simplemente sigue disfrutando de lo que tiene a su alcance, no niego que es un riesgo que se corre al someter el gusto a un estudio, no quisiera que algo que me encanta deje de parecerme lo bello que antes era, o que destruya lo que hay podido crear con esta combinación de sonidos solo por someterla a un estudio, teniendo presente que puede ocurrir totalmente lo contrario, al tener un criterio musical más fuerte, podremos detectar ciertos elementos y estar abiertos a descubrir nuevos destellos de donde solo veíamos un reflejo que era para nosotros suficiente.
Es en si la música un portal que logra transportar al ser melómano a través de multidimensiones, donde se rozan las puertas del cielo y nos damos cuenta que al abrirlas se ocultaba un infierno azul.
Música, sonidos, sueños e ilusiones। La imaginación atrapada en dos notas que se extienden más allá de las paredes púrpuras del universo en forma de ojos sin pupilas...
Vinculos y proyecciones mentales sonoras y visuales
Por Javier Ricardo Otero Cadena
881011-52388 Prensa II
¿Es la música el motor de la imaginación?
Muchas veces podemos generar pensamientos, imágenes, y hasta mundos solo con el sonido de ciertas melodías. Pero en realidad que es lo que genera en nuestra psikys; reaccionamos a estímulos producidos por la acción de químicos segregados por nuestro cerebro en determinadas situaciones y contextos; es esto una simple suposición, pero saber que es lo que en realidad genera esos mundos en nuestra mente es lo que me inquieta.
Con mucha frecuencia escucho música; y podría decir que todo el día llevo en mi cabeza los sonidos retumbantes de las canciones que más se logran adentrar en mí. Lo interesante es que por moentos logro desprenderme de la realidad en la que vivo, son segundo en los que puedo separar mi conciencia y logro llevarla a un nivel más allá de lo visible por los ojos ordinarios. Es una facultad increíble, el poder observar infinidad de combinaciones, que utilizan en mí los sonidos como llaves para esos candados que atan a los seres ordinarios a esta “simple realidad”.
En realidad los sonidos nos presuponen una ida de lo que debemos pensar, sentir e incluso imaginar. El cine y las artes audiovisuales han tomado este elemento para jugar con la mente de las personas que no son capaces de controlar sus emociones, dejándose llevar por el camino en el cual están siendo empujados. La música siempre nos sugiere algo, desde una simple exclamación hasta el más profundo de los sentimientos; pero esto ha sido simplemente una consecución de lo que se ha pensado para ofrecerla cierto publico. Alejando la imaginación de esta parte, cada género, cada mezcla de sonidos está prediseñada para llegar a cierto público el cual espera con ansias los nuevos elementos para seguir en el camino de la mercancía.
Lograr una independencia de las imágenes con respecto a los sonidos que las producen plantea una paradoja, empezando porque no sabemos con certeza si los sonidos son los que estimulan la creación de imágenes y situaciones. Pero la música nos dice que es lo que debemos crear? O simplemente sirve como un estimulo para nuestras acciones, mucos “artistas” necesitan de la música para lograr un estado de inspiración, generado por las emociones producidas a causa de el tema de determinados sonidos, ya sean de carácter depresivo, melancólico, alegre o de cualquier otra categoría.
Perderse en el infinito mundo de la imaginación es una posibilidad supremamente bella, desde aquel que solo evoca recuerdos, hasta aquel que puede crear un guión de 2 mil paginas; pero esto está sujeto a unas condiciones, la música o los sonidos que se albergan en nuestra psykis son hermosos porque a simple vista agradan y generan algo, pero se puede perder el gusto o la fascinación por estas melodías en el momento que se estudien; al saber de donde proviene cada nota, donde está la melodía o donde agarramos el ritmo, son este tipo de elementos los que pueden enriquecer o destruir por completo la fascinación a cierta obra musical. Es entonces decisión de cada ser si somete a un estudio aquello que escucha o simplemente sigue disfrutando de lo que tiene a su alcance, no niego que es un riesgo que se corre al someter el gusto a un estudio, no quisiera que algo que me encanta deje de parecerme lo bello que antes era, o que destruya lo que hay podido crear con esta combinación de sonidos solo por someterla a un estudio, teniendo presente que puede ocurrir totalmente lo contrario, al tener un criterio musical más fuerte, podremos detectar ciertos elementos y estar abiertos a descubrir nuevos destellos de donde solo veíamos un reflejo que era para nosotros suficiente.
Es en si la música un portal que logra transportar al ser melómano a través de multidimensiones, donde se rozan las puertas del cielo y nos damos cuenta que al abrirlas se ocultaba un infierno azul.
Música, sonidos, sueños e ilusiones। La imaginación atrapada en dos notas que se extienden más allá de las paredes púrpuras del universo en forma de ojos sin pupilas...
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